EL DESCUARTIZADOR DE CÁDIZ

1989 Cádiz. José Juan Martín era un estudiante de Medicina y Javier Suárez era su mejor amigo. Un día Javier iba paseando con su bicicleta y se encontró a José el cuál se insistió a Javier para que subiese a su casa con la excusa de que tenía que enseñarle algo importante. Javier aceptó y José le pidió que le ayudara con una nueva prueba de audición que quería realizar con su equipo de música, Javier se sentó en una silla mientras José le vendaba los ojos y subía el volumen de la música.

Bolsa con parte de los restos descuartizados de Javier.

Javier estaba concentrado oyendo la música y en ese momento José le asestó un golpe en la cabeza con la pata de una mesa, inmediatamente se derrumbó y se encontraba semiinconsciente. Javier como tenía conocimientos de medicina, le asestó una puñalada en el corazón para que no sufriera con la mala suerte de que no murió en el acto. José no podía evitar la mirada fija de su amigo y le colocó una bolsa en la cabeza.

Tenía varias ideas del destino del cuerpo, pero decidió descuartizarlo y repartir el cuerpo en cinco bolsas de basura, conservando las manos. José envía dos cartas a los padres de la víctima diciéndoles que su hijo había sido secuestrado y que quería como rescate 12 millones de pesetas y si no les daba el dinero lo asesinaría. Conservó las manos para enviarles dedos amputados cada semana por si se retrasaban con el pago.

Al día siguiente José fue varias veces al mar a arrojar los restos de Javier, los padres ingresaron el dinero y José fue detenido sacando el dinero del banco. Cuando lo interrogaron comenzó a dar detalles escabrosos de como lo descuartizó y aseguró que no se arrepentía, que lo volvería a hacer.

Entró en la prisión con una condena de 36 años pero en la actualidad se encuentra en libertad.