Estos doctores tenían el poder de decidir el fin de los judíos: si eran llevados a las cámaras de gas, si se les destinaba a experimentos o si iban a trabajos forzados.
Mengele quería lograr la absoluta perfección de la raza aria y por ello quería descifrar los secretos de los nacimientos múltiples. Tenía absoluta devoción por los ojos azules, de hecho tenía una colección de ojos azules en su oficina.
Un día encontró a un chico de 17 años robando y le disparo en ambas rodillas y luego en la cabeza como muestra de castigo para que nadie más lo hiciera.
Se dedicaba a inyectarle a los niños hasta 5 inyecciones juntas simplemente para ver qué pasaba, inyectaba toda clase de cosas cloroformo, insecticidas... Otras veces mataba a los niños para hacerle las autopsias o lo que es peor, los dejaba vivos y los seccionaba para descubrir el límite al dolor.
Melenge llegó a asesinar a unas 4.000 personas y siguió haciéndolo hasta el momento en que todos los nazis abandonaron el campo de concentración.
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